
¿Por qué son tan importantes las Soft Skills (habilidades blandas)?
Robots, inteligencia artificial, automatización, ya no son cosas de películas de ciencia ficción. La abrumadora evidencia muestra que el cambio en las necesidades de la fuerza laboral ya está en marcha y que continuará creciendo mucho más en el futuro.

Según el análisis de 750 ocupaciones realizado por el McKinsey Global Institute, el 51% de las actividades laborales son altamente susceptibles a la automatización, y eso es solo mediante la adaptación de la tecnología demostrada actualmente. Si bien vemos poco probable que la automatización conduzca al desempleo masivo predicho por los alarmistas, es casi seguro que llevará a la redefinición de la mayoría de las ocupaciones y las habilidades necesarias.
Estos cambios en las demandas del mercado laboral hacen que, para seguir siendo competitivos, los trabajadores deberán adquirir nuevas habilidades continuamente, lo que requiere flexibilidad, una actitud positiva hacia el aprendizaje permanente y curiosidad. Las personas deberán confiar aún más en sus capacidades intrínsicamente humanas.

Afortunadamente, mientras las tecnologías van desplazando la mano de obra en tareas rutinarias, también van creado nuevas oportunidades de empleo para trabajadores con habilidades sociales, emocionales y cognitivas, es decir, las llamadas habilidades blandas, o también conocidas por su nombre en inglés: “Soft Skills”.
Se espera que las ocupaciones intensivas en Soft Skills representarán 2/3 de todos los trabajos para 2030, en comparación con la mitad de todos los trabajos en 2000. Se espera además que el número de empleos en ocupaciones intensivas en Soft Skills crezca 2,5 veces más que en otras ocupaciones. Desarrollar estas habilidades se hace, por tanto, cada vez más necesario.
Pensemos por ej. en un especialista en Tecnologías de la Información y Comunicación. Más importante que su conocimiento técnico, será el que posea una combinación de habilidades que haga que los demás trabajadores de su empresa se adapten al cambio tecnológico. Por lo tanto, la educación debe centrarse en impartir habilidades de fusión, la combinación de habilidades creativas, empresariales y técnicas que permiten a los trabajadores cambiar a nuevas ocupaciones a medida que surgen.
Esto es todo un desafío, sobre todo si tenemos en cuenta que los cambios tecnológicos van a una velocidad de vértigo, años luz por encima de los cambios en la educación.
La mayoría de los sistemas educativos de los países desarrollados se construyeron para dar respuesta a una economía y una sociedad que ya no existe. En las economías manufactureras y agrarias de hace 50 años, bastaba con dominar las “Tres R” (lectura, escritura y aritmética). Hoy en día las “Tres R” simplemente no son suficientes. Si los estudiantes de hoy quieren competir en esta sociedad global, también deben ser comunicadores, creadores, pensadores críticos y colaboradores competentes.

Tal y como indica la Organización Internacional del Trabajo, 6 de cada 10 niños trabajarán en profesiones que hoy ni siquiera existen. Estos profundos cambios en el mundo laboral se están dando en un momento en que la economía global no está creando un número suficiente de puestos de trabajo, lo que solo hace que aumentar el desafío.
En síntesis, la tecnología, la globalización, los entornos laborales y los roles laborales están cambiando la forma en que las personas trabajarán en el futuro. Muchos de los trabajos del pasado están desapareciendo ante nuestros propios ojos. Entonces, ¿cómo preparamos a las generaciones futuras para estos enormes cambios? La respuesta es aparentemente: con educación en Soft Skills.
Estoy totalmente de acuerdo en que cada vez son más importantes las habilidades blandas en casa situación de la vida cotidiana .