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Cómo potenciar la creatividad en los niños

Solemos asociar el concepto de creatividad al arte o las manualidades. Aunque sí es cierto que el proceso artístico requiere de pensamiento creativo, la creatividad es mucho más. Además de explicártelo, te indicaremos cómo potenciar la creatividad en los niños.

El pensamiento creativo es la capacidad que tenemos de procesar la información sin limitarnos a los patrones de razonamiento o conducta habituales: el famoso ¡pensar fuera de la caja!.

Utilizamos este tipo de pensamiento para encontrar soluciones originales ante los problemas, bien combinando conceptos que hasta entonces parecían no tener relación, o bien aportando nuevas perspectivas.

La mente creativa es curiosa, flexible, se muestra abierta a todas las posibilidades, se enfrenta a los desafíos de manera optimista, sin prejuicios, y es consciente de que, en realidad, todo está conectado. Es capaz de combinar conceptos variando su proporción según la necesidad de cada momento.

La creatividad es una habilidad humana que, a día de hoy, la inteligencia artificial no es capaz de replicar. Con razón ésta es y será una cualidad más que demandada en empleos de sectores muy variopintos, en un mundo cambiante como el nuestro.

En ciertos individuos, el pensamiento creativo predomina más que en otros, pero, ¿qué es lo que nos hace creativos? ¿la creatividad es un don, o podemos entrenarla?

El estudio de creatividad de la NASA

En 1968, la NASA encargó a los científicos George Land y Beth Jarman que desarrollaran una prueba para medir el nivel de la creatividad de sus empleados. La prueba fue un éxito, y llevó a estos dos expertos a hacerse más preguntas, que precisamente fueron: ¿cuándo nace la creatividad? ¿es un talento innato o podemos fortalecerlo?

Así que decidieron continuar el estudio, y realizar estas pruebas a 1600 niñas y niños de 3 a 5 años. El resultado, según los propios científicos, revolucionaría sus vidas para siempre. El 98% de los sujetos de estudio eran lo que se considera como genios creativos, según su capacidad para generar soluciones rompedoras.

George y Beth decidieron realizar un seguimiento de estos mini genios, y 5 años más tarde, con entre 8 y 10 años, volvieron a pasarles las pruebas. El resultado fue que sólo el 30% podía clasificarse ya como genio creativo. A la edad de 15 años, la cifra descendió al 12%. Y al llegar a la edad adulta, únicamente un 2% seguía siéndolo.

Ciertamente es frustrante. Nacemos con una característica increíble, un súper poder que nos ayuda a encontrar soluciones novedosas, una capacidad humana que supera a la inteligencia artificial, y la vamos perdiendo a medida que crecemos.

La buena noticia es que, si todas las personas fuimos genios creativos, todas podemos volver a serlo, pero ¿cómo? ¿cómo fomentar la creatividad de nuestros hijos e hijas, para que esta cualidad no se vea mermada, o para que recuperen todo el potencial que han ido perdiendo a lo largo de los años? Te contaremos algunas pautas que pueden ayudar.

Consejos para fomentar el pensamiento creativo de tus pequeños genios:

  • Disfruta de su potencial: como ya sabrás mejor que nadie, convivir con la infancia es un privilegio y una experiencia tremendamente enriquecedora, que despierta a nuestros niñas y niños interiores. Contagiarnos de su curiosidad, asombrarnos juntos, hacernos preguntas, romper la rutina a propósito, reír hasta llorar con los chistes más absurdos, saltar por la calle y decirles cuánto agradecemos poder vivir todo esto a su lado, les motivará a no dejar de hacer esas pequeñas cosas tan importantes a medida que crezcan.
  • Empodérales, haciéndoles saber que son increíblemente creativos. Tener información sobre nuestras capacidades es la mejor manera de potenciarlas.
  • Escucha y valora sus ideas: uno de los factores que frenan nuestro potencial creativo es el miedo al fracaso, al juicio externo. Cuando aporten ideas, escucharlas activamente, valorar su iniciativa, y ayudarles a desarrollar su pensamiento crítico de manera positiva para comprobar si su idea podría o no llevarse a cabo, les dará la confianza necesaria para lanzarse a expresarse y pensar de forma valiente y distinta.
  • Sé su modelo y deja que sean el tuyo: el juego es, sin duda, la mejor escuela de creatividad. En nuestra sociedad el juego se relaciona con la infancia, y no es muy común ver a un adulto jugar. Sin embargo, está sobradamente comprobado que las personas adultas también necesitan jugar. Cuando jugamos, creamos un mundo intermedio entre nuestro mundo interior y el mundo que nos rodea. Este espacio, que el psiquiatra D.W. Winnicott denominó espacio potencial, se encuentra entre la realidad y la fantasía. El espacio potencial alivia la tensión entre nuestro mundo interior, que no podemos aceptar en su totalidad, y el mundo exterior, inabarcable. Es un espacio con nuestras propias reglas, maleable, comprensible, que nos ayuda a conectar ambas dimensiones. Es importante que la infancia pueda servirse de modelos adultos que jueguen. ¡Contágiate de su fantasía y juega todo lo que puedas!
  • Haz preguntas abiertas. La sociedad suele premiar la memorización y a menudo, esperamos una única respuesta (la única considerada correcta) cuando realizamos una pregunta. Pero de esta forma, frenamos la capacidad innata de flexibilizar, de explorar nuevas opciones.
  • Juega a cambiar el “No, porque…” por el “Sí, y…”. Éste es un método ideado por Duncan Wardle, creativo en Disney. Juega con tus peques y no tan peques a aportar ideas hipotéticas: “¿Qué pasaría si los animales pudieran hablar?”. Cuando te respondan, por ejemplo: “Pues que irían al colegio por mí”, en lugar de contestar “No, porque tu educación es obligatoria”, prueba a decir: “Sí, y además los colegios se organizarían en clases especiales según la especie animal, las mesas de los elefantes seguro que serían mucho más grandes y resistentes que las de las ardillas, ¿no crees?” De esta forma, si a cada aportación que hacen, tú utilizas el “sí, y…” la idea crecerá y crecerá hasta crear una realidad paralela con todo lujo de detalles.
  • Valora la diferencia: Intenta, en la medida de lo posible, despojarte de etiquetas, prejuicios o errores de pensamiento, para que vuestras ideas puedan volar. Educar en la riqueza de la diversidad: convivir y conocer a personas que piensan, sienten o viven experiencias distintas a las nuestras, con aspectos, culturas o comportamientos variados, les ayudará a poder observar patrones de pensamiento diferentes a los que están acostumbrados. Si quieres que piensen distinto, intenta aportarles un entorno cambiante, rico, con compañías diversas.
  • Fomenta, también, el pensamiento crítico: No dejarnos arrastrar por lo que piense la mayoría nos ayudará también a formar nuestro propio criterio y por tanto nuestras propias ideas, a perseverar en la búsqueda de soluciones. A ser rebeldes en la medida justa y abordar los problemas desde nuevas perspectivas.

Desde UpSoftSkills, ¡te deseamos que ver la vida desde un punto de vista creativo te ayude a disfrutar todavía más de tu día a día en compañía de tus hijos e hijas!

Y si quieres aportarles más herramientas y ahondar más en esta capacidad tan potente, no te pierdas nuestro curso de Pensamiento Creativo que lanzaremos en breve.

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