
Educación en Soft Skills ¡cuanto antes mejor!
Todos tenemos un amigo, que empezó a correr de mayor, y pasado los 40, participó en su primera maratón; o conocemos a alguien que a los 60 se puso a pintar, y hoy es un artista renombrado; o sabemos la historia de una persona que luego que sus hijos se titularon de la universidad, estudió Derecho, y en pocos años llegó a ser juez. Sí, historias como ésas, hay. Pero convengamos que son las menos, porque entre que la plasticidad del cerebro es mucho mayor cuando somos niños, y el tiempo disponible para aprender cualquier cosa es mucho mayor también, tendremos que estar de acuerdo en que es mucho fácil aprender cualquier actividad o desarrollar cualquier habilidad, cuando somos pequeños.

Esto es muy evidente en la práctica de un deporte, la adopción de un idioma, la disciplina de un instrumento, o hasta en la incorporación de hábitos cotidianos, tales como lavarse los dientes antes de dormir o dejar la cama hecha cada mañana. Si estas actividades no se aprenden de niño, nos serán mucho más difíciles de adquirir de mayores, tomarán más tiempo siempre, y resultarán un poco ajenas y se hará cuesta arriba hacerlas propias.
¿Qué sucede entonces con las Soft Skills o habilidades blandas? ¿Qué hay de esas competencias que en pocos años serán lo único que nos distinga de las máquinas? ¿Cómo miramos esas virtudes que para algunos fluyen como el río al mar, y que a otros nos ha costado aprenderlas a golpe y porrazo?
Si miro hacia atrás, ¡cuánto más fácil habría sido saber organizar debidamente mi tiempo desde niña! Me hubiera ahorrado muchísimas noches de desvelo en la etapa universitaria. Pero claro, se espera que uno llegue a la adolescencia sabiendo manejar una agenda, cuando pocos años antes, no tenía noción de lo que era el concepto de tiempo. Cuántas malas decisiones me habría evitado en la vida si desde pequeña hubiera entendido que las emociones nublan la razón, y no permiten ver con nitidez el objetivo final que uno buscar lograr. Cuántas angustias me habría ahorrado, si hubiera sabido que los errores no son fracasos en cuanto tales, sino que son lecciones que debíamos aprender, para poder avanzar con paso más firme a la siguiente etapa (si la lección hubiera estado aprendida, no habría cometido el error: entonces fue escuela ¡no fallo!). Cuanto menos entrampada me habría sentido en situaciones complejas, si desde pequeña hubiera desarrollado un enfoque creativo y una mirada innovadora. Cuánto más fácil me habría sido salir de situaciones pantanosas, si no le hubiera tenido miedo a ser creativa. Cuántos debates habrían terminado en consensos en lugar de llantos. Si hubiera tenido una sólida inteligencia emocional, hubiera podido expresar mis ideas dejando fuera las emociones y hubiera podido entender el argumento del otro, sin sentir agresión en discrepar. We can agree to disagree (“podemos estar de acuerdo en estar en desacuerdo”) y vivir en paz.

Si a ti, igual que a mí, te tocó dar la vuelta larga, aprendiendo sobre la marcha para llegar a la adultez profunda con un manejo relativo de las mismas, probablemente estarás de acuerdo conmigo en que para las futuras generaciones sería un enorme avance poder incorporar el manejo de habilidades blandas cuanto antes. Se puede empezar desde el mismo momento en que los niños y niñas son capaces de entender los conceptos que hay detrás.
Los padres nos hemos preocupado por años en que nuestros niños y niñas consigan las habilidades académicas necesarias para enfrentar el mundo laboral. En UpSoftSkills estamos convencidos que esas competencias solo se pueden aprovechar si se tiene una base sólida de Soft Skills. En un mundo en cambio permanente, con la información casi al alcance de cualquier persona, un mundo que exige más que nunca una gran capacidad de adaptarse, de negociar, de identificar información relevante, de buscar soluciones creativas, y de relacionarse positivamente con las demás personas, sólo las Soft Skills marcarán la diferencia.
¡Cuánta razón! Al final los conocimientos se adquieren, pero lo que te diferencia de los demás es cómo afrontas las distintas situaciones.
Gracias Angela por tu comentario. ¡No podemos estar más de acuerdo! Un saludo, muy cordial de todo nuestro equipo.
Hola, estoy totalmente de acuerdo, una persona con muchos conocimientos y sin cualidades blandas, es problable que le cueste mucho más en su vida personal como familiar.
Claro Rosa! Y aunque parece evidente, sólo unos pocos se preocupan de desarrollar y potenciar esas habilidades!