Nuestro cerebro suele coger “atajos” para dar respuesta a las distintas situaciones que enfrenta. Esto significa que nuestro cerebro busca situaciones parecidas para responder de forma lo más automática posible y así ahorrar energía.
Esto, que supone una gran ventaja para algunas cosas (como escapar de un peligro inminente), genera por contra, los llamados “Errores de Pensamiento” o errores de lógica.
En el post de hoy hablaremos de:
- ¿Qué son los Errores de Pensamiento?
- ¿Por qué es importante conocerlos?
- Errores más frecuentes y cómo explicarlos a los niños
¿Qué son los Errores de Pensamiento?
Los errores de pensamiento son malos hábitos de pensamiento con los que constantemente interpretamos la realidad, y que nos llevan a ideas o conclusiones que no son correctas.
Cuando nacemos, nuestro cerebro es como una pista de nieve que no ha sido pisada. La primera cosa que hacemos dejará una huella en nuestro cerebro, tal y como deja una huella el primer esquiador que desciende por la pista.
La siguiente vez que nuestro cerebro se enfrente a una situación similar, va a elegir usar esa misma huella que ya ha registrado, tal y como un nuevo esquiador elegirá descender por el camino ya marcado, si quiere asegurarse de no caer.
¿Por qué es importante conocer los Errores de Pensamiento?
Saber que existen y conocer cuáles son, nos permitirá darnos cuenta si al sacar una conclusión estamos siendo víctimas de un error de pensamiento, y si es el caso, podremos hacer un esfuerzo mayor de racionalidad para dejar nuestro sesgo de lado y tener una opinión más “libre”.
A los niños en concreto, les sirve para evitar dejarse llevar sin más por lo que escuchen, lean o vean por ahí. Si son conscientes de que existen esos errores de pensamiento, es más probable que apliquen el filtro del pensamiento crítico antes de creer lo primero que llega a sus manos, ojos u oídos.
Errores más frecuentes y cómo explicarlo a los niños
Ahora te presentaremos los errores de pensamiento más frecuentes. Aunque te parezca que es algo difícil de entender para los niños, te sorprendería saber que si se les explica con ejemplos, lo entienden a la perfección.
- Error 1: Asumir que si 2 cosas se suelen dar juntas, una necesariamente ha causado la otra.
Al niño primero hay que explicarle el principio de causa efecto. Una forma sencilla de hacerlo es poniéndole ejemplos sencillos, como son: si soplo, la vela se apaga; si tiro un cristal con fuerza, éste se rompe; si lanzo una pelota, el perro corre hacia ella, etc.
Para explicarle el primer error, podemos nombrar como ejemplos los siguientes:
“Juana dice que cada vez que lava el coche, llueve”. ¿De verdad creemos que es Juan el que produce la lluvia por haber lavado su coche?
Rodrigo dice que siempre que va al campo de fútbol, su equipo pierde. ¿De verdad crees que Rodrigo tiene tal poder de hacer que pierda su equipo con su sola presencia?
- Error 2: Asumir que, dado que una cosa (B) suele producirse después de otra (A), el hecho de que “B” ocurra, necesariamente implica que “A” ha ocurrido.
Un ejemplo para explicarlo:
Siempre que hay obras en la carretera, se produce un atasco de coches camino al cole. Hoy hay atasco. Pedro asegura que es por obras en la carretera…
¿Y si el atasco en este caso ha sido por un accidente de coches?
Error 3: Sesgo de predisposición.
Esto es, tendemos a favorecer aquello que coincide con nuestras preferencias o nuestras formas de pensar.
Este error se explica bien poniendo un caso como el siguiente:
Hay un concurso de canto en el cole. Te han elegido para ser jurado. A ti te encanta la música rap. Suponiendo que todos los participantes cantan igual de bien ¿Por quién es más probable que votes?
Probablemente elijas al que ha cantado un rap, ¡porque esa música te mola más!
Error 4: Generalizar.
Esto es, asumir que algo que observamos 1 o pocas veces, es lo que pasa la mayoría de veces.
Un ejemplo para explicarlo:
Paula ha pasado una temporada en Alemania. Los niños con los que vivió eran antipáticos. Al regresar ella dijo: “los alemanes son unos antipáticos”.
Paula está cometiendo el error de Generalizar. Que los niños que ella conoció sean antipáticos ¡no quiere decir que TODOS los alemanes lo sean!
- Error 5: Comparar cosas que no son realmente comparables.
Siempre debemos tener presente que debemos comparar, como se dice coloquialmente “peras con peras, manzanas con manzanas”.
Un ejemplo para explicarlo:
Luisa y Dani han pasado la tarde haciendo deberes. Luisa ha leído 50 páginas, mientras que Dani ha resuelto 20 ejercicios de matemáticas. ¿Sería correcto decir que Luisa se ha esforzado más?
La verdad es que no. Luisa ha leído más páginas que la cantidad de ejercicios de mates resueltos por Dani, pero una cosa no tiene nada que ver con la otra.
- Error 6: Asumir que la experiencia que hayamos tenido con algo, se repetirá en otra cosa, aunque ésta no tenga nada que ver.
Un ejemplo para explicarlo:
En el jardín de Paqui las rosas crecen mucho y son preciosas. La madre de Julia decide comprar las mismas semillas para tener flores igual de bonitas en su jardín. ¿Es garantizado que obtendrá lo que quiere?
La verdad es que no. Puede que las rosas crezcan tan bonitas donde Paqui por el riego que le dan, el tipo de suelo, el abono que echan, lo mucho que las podan…. ¡Hay más cosas en juego!
- Error 7: Pensar que algo es verdadero sólo por el hecho de que no podemos probar que no lo sea.
Un ejemplo sencillo:
Tenemos dudas sobre si hay vida o no en otros planetas. Como no podemos probar que no la haya, entonces, aseguramos de que sí la hay.
A simple vista esta afirmación parece razonable, pero no está basada en un argumento sólido. No podemos probar que no haya vida, cierto. Pero tampoco podemos probar que sí la hay. Lo único cierto es que no lo sabemos.
Sin duda alguna, conocer y entender los errores de pensamiento ayuda a los niños a desarrollar su pensamiento crítico, una habilidad que nos parece del todo indispensable.
En el mundo actual donde las tecnologías, las redes sociales y los medios juegan un rol tan importante, es fácil que se pueda manipular nuestro pensamiento hacia comportamientos deseados por otros. El arma que tenemos en nuestra defensa es el pensamiento crítico.
Tal y como afirma el filósofo Lipman, “el pensamiento crítico nos ayuda a protegernos contra el hecho de creer, de manera forzosa, lo que nos dicen los demás, sin que tengamos la oportunidad de investigar por nosotros mismos”
Los errores de pensamiento, entre otras cosas, lo tratamos en nuestro curso online para niños: Pensamiento Crítico. Si quieres saber de qué va el curso, no te pierdas este cortito vídeo.
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